Querido Elías: Ante todo demostrarte mi admiración por tu capacidad
organizativa, me produces una sana envidia. Aparte del baloncesto yo tengo una gran afición, para mí incluso más importante, ésta es la pesca, sigo siendo un pescador empedernido y estoy metido en todos los saraos habidos y por haber. Cada año, con un grupo de amigos, organizamos un encuentro anual en Vilagudín (Ordes) para prensa especializada en pesca fluvial. Vienen treinta y tantos colegas de toda España (Este año 36) y con ellos organizamos aparte de las preceptivas jornadas de pesca, los concursos de montaje, de lance, ponencias técnicas, comidas, etc. Total que desde mañanaa las cuatro hasta el domingo a las 22,45 que dejo al último de los invitados en Labacolla estoy más que liado en este encuentro que hace el número 12, por lo que no puedo asistir a vuestra celebración. De todas formas tu invitación me hizo mucha ilusión ya que a algunos de vosotros los veo regularmente por Santiago, y aunque os encuentro mucho más viejos ( siempre me pregunto como estaré yo....) y con barriga (en eso os gano, ya que a pesar de mis años sigo haciendo mis 400 abdominales al día por aquello de estar presentable cuando me toca hacer currar al Gasol y compañía) pero sobre todo para poder estar ágil en el río, andar por las piedras y darle brasa a las truchas, que quedan pocas y son muy difíciles de pescar. Del Colegio y de aquellos tiempos, deciros que guardo un gratísimo recuerdo (ayer a la noche me invadió la nostalgia y repasé el cuaderno de entrenamiento que todavía conservo), ya que fueron mis pinitos como entrenador de atletismo y un poco los orígenes de mi situación profesional actual. Es una pena esta coincidencia ya que me encantaría poder disfrutar de este momento con todos vosotros. Te ruego que envíes mi saludo a todos, en especial a los que me sufrieron como entrenador, y que tienen mucha suerte de que no los pueda ver otra vez ya que los que tengan barrigón me tendrían que aguantar nuevamente. Que os lo paséis muy bien, no beber más de la cuenta y ser buenos. Un abrazo de todo corazón. Pepe Casal
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